De castillos, dragones y seres fantásticos, a personas con superpoderes, grandes corporaciones y la influencia de los medios. ¿Cómo pasamos tan rápido del medioevo a la sociedad post verdad?
Escenarios ficticios y personajes cargados de ira y emociones fuertes. Mas allá de los puntos de encuentro ¿qué dice ésto de la sociedad actual?

Netflix inició en 2007, hasta entonces el mundo de las series y películas convivía en los canales de televisión. Era un proceso ecléctico de zapping. En una hora podías cruzarte con un thriller, a las aventuras en la comarca o un amor cursi en un castillo victoriano. Todo muy normal.
A principios del 2010, aparecen opciones en streaming y, series como Game of Thrones dominaron el zeitgeist del consumo popular, atrayendo(nos) a millones con sus intrincadas tramas de fantasía y lucha por el poder. Pero, en los últimos años, el fanatismo se tornó hacia series como The Boys, que ofrecen una visión radicalmente diferente del género de superhéroes.
Este cambio en las preferencias del entretenimiento interpela no solamente a una comunidad o persona en particular, sino también al contexto sociocultural global.


La saga Game of Thrones, basada en las novelas de George R.R. Martin, representó un fenómeno cultural significativo. Su éxito se basó en una mezcla de fantasía épica, intriga política y personajes complejos.
La serie capturó la imaginación del público con su mundo detallado, tramas inesperadas y una narrativa de poder que parecía resonar con los dilemas universales de ambición y traición.
La serie fue un símbolo de una era en la que las narrativas de escapismo y la construcción de mundos eran altamente valoradas.
Sin embargo, mientras Game of Thrones estaba en su apogeo, el mundo estaba experimentando cambios socioculturales profundos.
Los espectadores se sumergían en un universo ficticio como una forma de escape de las realidades turbulentas y, a menudo, insatisfactorias del mundo real.

En contraste, The Boys, creada por Eric Kripke y basada en el cómic homónimo de Garth Ennis y Darick Robertson, ofrece una perspectiva completamente diferente. En lugar de un mundo de fantasía, The Boys presenta un universo donde los superhéroes son celebridades globales y están asociados con grandes corporaciones.
En esta realidad, los superhéroes no siempre son los salvadores virtuosos que aparentan ser, muchos de ellos son corruptos, egoístas y peligrosos.
The Boys explora temas de poder, corrupción y el impacto negativo del heroísmo en la sociedad, abordando cuestiones que van desde el consumismo hasta la manipulación mediática.
La serie explora las consecuencias de tener superhéroes que actúan sin rendir cuentas, y el impacto que esto tiene en la sociedad.
En cuanto a la estética, la saga no pierde su influencia gráfica propia del cómic, al igual que la violencia explícita, el humor negro y una narrativa impredecible que subraya el lado oscuro de los héroes y la brutalidad de una sociedad que los adora.
Porqué pochoclearlas
El cambio de interés de Game of Thrones a The Boys subraya una evolución en las preferencias de los espectadores, reflejan un contexto sociocultural en el que el escapismo tradicional da paso a narrativas que ofrecen una crítica más aguda del poder y la sociedad
