Pocas series son tan “dosmileras” como Six Feet Under.
Creada por Alan Ball y transmitida por HBO a principios del 2000, la serie transgrede las temáticas de la época. Se anima a mostrar lo profundo de la experiencia humana frente a la muerte, la espiritualidad en la vida contemporánea, interpela las creencias y religiones, critica las normas e indaga las relaciones y los vínculos desde la disfunción familiar. Pero no te imagines un drama melodramático insoportable, porque si hay algo fascinante que la caracteriza es su toque sarcástico, humor negro y dosis de acidez a lo largo de toda la serie.
Ambientada en Los Ángeles, la serie sigue a la familia Fisher, dueños de una funeraria, y detalla sus vidas personales y profesionales mientras navegan por la complejidad de sus relaciones y enfrentan la muerte en su cotidianidad.

La serie comienza con la muerte de Nathaniel Fisher Sr., el patriarca de la familia. Este evento catastrófico reúne a la familia Fisher bajo circunstancias difíciles, forzando a los personajes a lidiar no solo con la pérdida del padre sino también con las complicaciones y secretos que emergen a lo largo de la serie. Los hijos, Nate y David, y su hermana menor, Claire, junto con la matriarca, Ruth, son los principales protagonistas, cada uno enfrentando sus propias crisis existenciales y emocionales.
Nate Fisher, quien regresa a casa justo antes de la muerte de su padre, se encuentra atrapado entre su deseo de una vida diferente y la responsabilidad de tomar las riendas del negocio familiar junto a su hermano, David. David, por su parte, lucha con su identidad sexual y la aceptación de sí mismo en una familia y sociedad que a menudo parece no entenderlo. Claire, la más joven, es una adolescente rebelde que busca su propio camino y significado en la vida a través de sus experiencias en la escuela y sus relaciones personales. Ruth, la madre, enfrenta su propio viaje de autodescubrimiento tras la muerte de su esposo y la revelación de sus múltiples aventuras.
Sin spoiler pero…

Six Feet Under concluye con uno de los finales más emblemáticos y elogiados de la televisión. En un montaje final que avanza rápido a través del tiempo, la serie muestra los últimos momentos de cada miembro principal de la familia Fisher, cerrando con una reflexión poética sobre la vida y la muerte que resuena mucho después de que la pantalla se vuelve negra.
Es una obra maestra televisiva que desafía las convenciones del género dramático al enfrentar de manera directa y honesta los temas de la muerte y la disfunción familiar. A través de su narrativa compleja y personajes profundamente desarrollados, ofrece una visión inquebrantable y a veces desgarradora de la condición humana.
Porqué pochoclearla
Una de las características más distintivas de «Six Feet Under» es su tratamiento de la muerte. Cada episodio generalmente comienza con una muerte, que no solo establece el tono del episodio sino que también introduce temas y reflexiones que se desarrollarán a lo largo del capítulo. Estas muertes, a menudo inesperadas o irónicas, sirven como un recordatorio constante de la fragilidad de la vida y como un catalizador para la introspección tanto de los personajes como de los espectadores.
La serie es aclamada por su profundidad psicológica y su enfoque realista, a menudo crudo de temas como la homosexualidad, la infidelidad, el uso de drogas, la enfermedad mental y la espiritualidad. A través de sus cinco temporadas, «Six Feet Under» no se aleja de la exploración de los aspectos más oscuros de la vida y la muerte, manteniendo una narrativa que es tanto conmovedora como ocasionalmente perturbadora.
A nivel visual, la serie es conocida por su estilo cinematográfico y su uso innovador de secuencias de sueños y visiones que representan las luchas internas y los deseos de los personajes. Estos elementos visuales no solo añaden una capa de surrealismo y profundidad a la serie, sino que también permiten una exploración más rica de las complejidades psicológicas de cada personaje.
